Cullera

Sublimado, trascendido, disuelto en la mañana y la espuma,
como Dios manda. 
El sol se apaga durante un momento, queda el rescoldo,
un débil resplandor entre las nubes. 
En la arena el eterno romper del agua.
El hombre necesita emociones con que alimentar su alma. 
Helas aquí esta mañana 
Ea ¿dónde buscarlas? 
Qué mejor que junto a la paz tranquila de la olas, sobre la enteca arena,
metrónomo las olas, la mañana. 
Cuando el alba termina por disolverse en los espigones,
en el cercano horizonte
donde barcos de carga están anclados, 
queda el mar meciéndose azul entre las nubes. 
La playa, cabalgando sobre el mar y la Albufera,  
se extiende infinita
hacia la calina de unos montes