Tristeza
La
de algunas mañanas
dolor
físico circulando por las venas
disolviéndose
niebla temprana
al
final del sueño.
...amiga,
tenue, como de seda,
nudo
en la garganta,
temblor
en las manos,
es
todo.
De
dónde venga
qué
paisajes atravesó
hasta
posarse sobre mi duermevela
¿quién
los sabe?
Incisiva
como filo de cuchillo
como
amante reclamando un porqué
tras
el naufragio.
Azarosa,
llena de calma,
se
ovilla entre mis sábanas
como
gato tiritón
que
buscara el calor de su viejo amo.
Con
ella repaso el álbum de los recuerdos
donde
aparecen nombres propios
que
son ceniza clara
entre
la tierra húmeda de mi jardín,
un
ramo de flores sobre un tumba,
la
caricia distraída
de
las yemas de unos dedos
el
calor frío de una despedida
cuando
el tren se aleja.
Ahora,
que mis versos se secaron
y
sólo quedan el olor de las jaras
el
rumor de un riachuelo
ahíto
de frío
en
los bajíos de una hondonada...